Redactado el 25 de Marzo 2020.
Estos últimos días han sido particulares para todos. De una forma o de otra, o de varias, todos hemos sido llamados a ser introspectivos, a revisar prioridades, a analizar que habríamos hecho diferente y a ésta altura creo que todos sabemos que las cosas ya no van a hacer iguales, luego de la pandemia.
Viene hacia nosotros una vida de nuevas costumbres y nuevos retos tanto a nivel personal como a nivel país, donde luego de varios días en casa, hemos aprendido a vivir a otro ritmo, a compartir más aun cuando sea a la distancia, a priorizar diferente.
Para esta altura, ya todos sabemos cuanto debemos de ahorrar de ahora en adelante, sabemos que las verdaderas emergencias existen y que somos vulnerables y responsables de nosotros y de los nuestros. Estamos claros que todo en exceso, sobre todo las redes sociales y las noticias, no ayudan a nuestras emociones. Ya hemos vivido en las buenas y en las malas con nuestras familias y aún no tenemos una fecha de re-start para el mundo y mucho menos un re-start de las economías, por lo que estamos aprendiendo a llevar la virtud de la paciencia de una forma magistral.
Sigamos adelante, no perdamos la fe, estemos abiertos a recibir lo que venga, este proceso de aprendizaje nos está golpeando a todos por parejo, aún cuando cada quién lo tome de formas diversas, es un momento para aceptar que somos vulnerables y planear que vamos a hacer diferente de hoy en adelante. Nutramos nuestro cuerpo y nuestra mente, ayudemos a nuestros seres queridos a encaminarse.
El planeta nos pidió un respiro, uno que todos nos merecemos!
